A las instalaciones de la Universidad Nacional de Bogotá no solo llegaron más de 3000 campesinas y campesinos a la Primera Convención Nacional Campesina este fin de semana (Dic. 2 al 4), allí también estuvieron sus expectativas, sus documentos de propuestas e iniciativas y los rituales o místicas que los reunió al inicio de la jornada para juntar energías y voluntades ante el llamado del presidente Petro.

El mandatario, en su propósito de escucharles y buscar instrumentos para garantizar sus derechos, también le habló allí al país campesino de la reforma agraria y de la necesidad de que «los campesinos se organicen para presionar reformas fundamentales».

En este evento, que juntó a más de un centenar de organizaciones sociales y campesinas, estuvo presente una delegación del Comité de Integración del Macizo colombiano – CIMA, conformada por delegados de cada una de sus áreas e iniciativas en los territorios y también con participantes en la propuesta de comunicación que avanza al interior del convenio Cima y la Corporación para el Desarrollo Regional – CDR (Valle).

Es de anotar, que desde este acuerdo como organizaciones hermanas, CIMA-CDR, se adelanta la campaña “Que la paz no nos cueste la vida” y como tal estuvo presente en un evento en donde la defensa por la vida en las voces de líderes y lideresas campesinas era una razón grande para acompañar al campesinado en la búsqueda de los objetivos del encuentro. Una hora después de iniciado el evento llegó el minuto de silencio como homenaje a las lideresas y líderes asesinados.

La apertura del evento con la intervención del presidente Gustavo Petro, abrió la puerta para la
exposición de muchas razones desde las voces del campesinado y animó el ambiente para proponer y para juntarse como sector, esta vez reunido en el auditorio de la hemeroteca de la Universidad, toda vez que el mandatario habló de “Repartir democráticamente la tierra para industrializar es uno de los principios de la sociedad capitalista y eso no se ha hecho en Colombia, en donde nos han querido tener en el feudalismo y en una exclusión de las mayorías nacionales”, mensaje que para los allí reunidos se convirtió en voz de aliento, esperanza y un llamado a organizarse.

Llamado de Petro que luego se recalcó con «revivir un movimiento nacional campesino capaz de soportar, de presionar reformas fundamentales que necesita la sociedad colombiana y que tiene como ejes la tierra, el agua, la libertad, la democracia, la paz y la mujer», que fue interpretado desde el campesinado como la necesidad de “re-organizarse” para cumplir con uno de los objetivos de la Convención y de Paz total, la gran bandera del gobierno.

El CIMA se hizo presente con sus propuestas como “el reconocimiento del Campesinado como Cuidador y Protector de la Naturaleza, la Delimitación y Reglamentación Concertada de las áreas protegidas en especial de las Reservas de la Biósfera como la del Macizo Colombiano, y el establecimiento de la primacía del carácter público y social de la tierra en formas asociativas, y sus bondades sobre la apropiación privada, a fin de garantizar el cuidado y acceso racional a los bienes de la naturaleza, base sobre la cual puede superarse la relación depredadora sobre la misma”, mensaje que se suma a otras demandas al y gobierno como “el inmediato cumplimiento de los acuerdos suscritos e incumplidos por el estado con los movimientos sociales y los emanados de los procesos de paz con las organizaciones guerrilleras”. Todo lo
anterior descrito de manera amplia en documentos-ponencia presentados a través de Vocerías del CNA y del CIMA en el espacio de la Convención.

En el certamen, también se notó la presencia de organizaciones de Derechos humanos quienes dejaron sentir también su voz en torno a este mensaje de Paz total, que cruza también por el grito en coro para la protección de las defensoras y defensores de Derechos Humanos. “La Paz total arranca en el campo y termina en el campo”, para hacer referencia al asesinato de lideresas y líderes campesinas y campesinos, porque si hay alimento, si hay agua, si hay semillas, se podrá cosechar paz.

 

Categorías: Sin categoría